¿Cómo integrar los Porteros en nuestros Entrenamientos?
En los entrenamientos de formación hay que tratar que los jugadores no vean la portería como su único objetivo. A los niños lo que más le llama es ir a marcar gol, prácticamente todo lo basan en ello.
Para eso está el entrenador, para enseñarles que también hay que defender, pasar, jugar en equipo… Algunas veces resulta necesario que uno, dos o varios ejercicios no terminen en portería o que, al menos, lo hagan cada mucho, para hacer énfasis en otros aspectos tan importantes como el disparo o el regate. Ejercicios algo más aburridos, más intensos pero muy útiles; pero claro… ¿Y qué hacemos con los porteros? Mientras no están en portería, y si no hay un entrenador de porteros que les pueda preparar una serie de ejercicios específicos, los guardametas se quedan quietos, en la valla o en la portería esperando que les lleguen una vez cada varios minutos.
¿Cómo evitarlo? Existen diferentes formas de integrar a los porteros en muchos ejercicios “para jugadores” con tal de sacar un rendimiento máximo a los minutos de entrenamiento tanto para jugadores como para porteros.
El primero, el más clásico de todos, sería introducirlo como un “obstáculo a regatear”. Tener la habilidad de cortar una jugada de peligro robando la pelota al contrincante salva muchos goles antes incluso de que disparen. Añadir este elemento dentro de un ejercicio “de jugadores” les ayudaría a ellos a mantener la concentración durante toda la actividad y a los porteros a perfeccionar una habilidad difícil de entrenar (o al menos en exclusividad) dentro de la portería.
También se puede utilizar al portero como “pasador”. Saber leer el juego y tener un buen control del stick es un aspecto cada vez más importante para los guardametas; no solo para poder despejar una pelota lo más lejos y alto posible, sino para ser una opción más de cara a sacar la pelota jugada. No, no me estoy refiriendo a pasársela expresamente al portero, pero sí a que sea el “quinto jugador”, capaz de dar un buen pase al stick de un compañero si la pelota está en su terreno. Para mejorar este aspecto, el portero puede estar integrado en un circuito con la obligación de recibir un paso y devolverlo al compañero en otro punto del ejercicio.
Otro podría ser incluirlo dentro de un rondo. Dentro de un ejercicio de pases de los jugadores donde el portero, patinando agacho, sea un jugador más en el medio. Aquí, el guardameta trabaja todos los tipos de movilidad y, también, la lectura del juego intento cortar los pases. Es, obviamente, uno de los ejercicios más sencillos pero también uno de los más exigentes, al tener que seguir una pelota pasar de un compañero a otro a gran velocidad y, encima, agachado todo el rato.
Y así se podría seguir mucho más. La conclusión es que el portero no solo mejora dentro de la portería, muchas habilidades son muy productivas fuera de ella incluso. Una ayuda con el objetivo de tener entrenamientos donde cada minuto sea oro para toda la plantilla.